Olivera Ravasi, Javier;
Vida y anécdotas de San Felipe Neri, 1° Ed., Ediciones Buen Combate, Bs. As.
2015, 144 págs.
Damos
una gran bienvenida a este nuevo libro del R.P. Dr. Javier Olivera Ravasi.
En
esta oportunidad nos ofrece de manera didáctica la vida de ese gran santo de la
época de la Contrarreforma católica. Y aquí radica lo primero que queremos
destacar: la pedagogía catequística con que está escrito el libro. Porque si
bien todos sabemos que la santidad no es para algunos sino para todos; muchas
veces nos pasó que al leer la vida de tal o cual santo, uno llegaba a la
conclusión que no la podría alcanzar nunca. Nos desanimábamos (más allá de la
soberbia que detrás de eso se pueda esconder): aquel santo no mamaba los viernes de cuaresma, decía con gracia sin
igual el P. Alberto Ezcurra, cuando hablaba de las deformaciones de los santos.
No es este el caso, gracias a Dios.
Leyendo
cada una de las anécdotas, aquí recogidas, vemos claramente cómo los santos nos
señalan el camino para poder llegar a la imitación de Cristo. En cada santo
podemos ver a Nuestro Señor. Cada santo manifiesta una de las infinitas
perfecciones de Dios. Monseñor Víctor Sequeiros, en el prólogo, se pregunta “en qué faceta pudo haberse destacado más
este hombre, que no fue un penitente, no se privaba del vino ni de los juegos,
no dejaba de cantar y aborrecía las caras largas y tristes? Creo que en la
alegría de Dios, ‘alegría de nuestra juventud’ (Ps. 42)”.
Los
santos nos revelan una alegría pura y genuina, porque no es procurada; es fruto
del amor a Dios.
¡Los
santos viven alegres porque sienten que su alma va hacia Dios! Por eso a los
jóvenes, San Felipe, les repetía: “¡Hagan
todo, menos pecado!”. Quería que ellos estuviesen siempre alegres, porque la alegría
debe ser una de las características fundamentales de todo cristiano. Y pasando por
cada una de estas anécdotas, el corazón del lector se alegrará. Se alegrará y encenderá
el fuego necesario para buscar la santidad o quitará del letargo a aquellos que
han caído en él. Este es el segundo mérito del libro.
Y
la tercera valía son las 34 máximas que este gigante propone para alcanzar la
santidad. Cada una de estas es para rumiar y meditar largamente. Imposible
transcribirlas todas, traigo las siguientes a colación:
“Quien busca otra cosa
que no sea Cristo, no sabe lo que busca”.
“Buscad siempre ser
humildes, y si caéis en algún pecado pensad que eso ocurrió a causa de vuestra
soberbia”.
“Los jóvenes se guarden
de la carne y los viejos de la avaricia”.
Un
feliz designio de la Providencia quisiera comentar. El P. Alberto Ezcurra murió
justamente un 26 de mayo, festividad de San Felipe Neri. Y el Padre Alberto
también supo encarnar y transmitir esa bella faceta de la alegría cristiana. ¡Y
de qué manera!
Seguramente,
en el Paraíso, se habrá juntado con San Felipe Neri y, convidándole alguno de
esos exquisitos licores que él preparaba con maestría, habrán brindado por el
bien que hará este magnífico libro.
Y
le mandaron la bendición al Padre Javier.
Prof.
Daniel Omar González Céspedes
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