.... La autoridad en que consiste el ejercicio del poder no existe en sí misma. Lo primero que tiene que saber el qobernante es que la autoridad que ejerce no es para él, ni para beneficio y provecho suyo ni de los suyos, sino que es para el servicio y el bien de los gobernados. La autoridad en ejercicio de poder es un modo eminente de servir al prójimo en Dios, que es servirlo como es debido.
El populismo, en cualquiera de sus expresiones, es adulación y subversión. .... La vigencia de ese populismo ha envilecido y desprestigiado el principio de autoridad así como todo sentido jerárquico. La crisis de autoridad se traduce a la vez en una crisis de libertad, porque no hay ejercicio de la libertad, sin autoridad. Si yo no tengo la autoridad del saber y de la verdad, ¿cómo voy a ser libre? ¿cómo voy a ser libre en cualquier cosa si no tengo el dominio de esa cosa, si no tengo autoridad?...
Jordán Bruno Genta, "El Asalto Terrorista al Poder", Cap. 45 "La corrupción moral", Ed. Buen Combate, 2014, p. 463
Excelente artículo
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