Ante los
hechos que son de público conocimiento respecto de lo sucedido en Malargüe
durante la homilía que predicara el Pbro. Jorge Gómez el día 9 de julio del
corriente, la Guardia de Cristo Rey comunica:
Que
si bien el llamamiento a levantarse en armas, es pasible de ser interpretado de
manera equívoca, entendemos el buen espíritu con el que él fue invocado, y pudiendo
incluso disentir con la letra, entendemos las circunstancias, maneras, modos y
oportunidad que marcaran en el espíritu una virtuosa, puntual y circunstancial prudencia.
Sin embargo
atendiendo a lo urgente y perentorio del caso en cuestión, pensamos que tales
afirmaciones se enmarcan en la premura de la acción por parte de la feligresía,
clerecía, familia y sociedad, que deberían asumir ante semejante ataque, una
acción equivalente a la propuesta por el Padre Pato, sin atender a la expresión
literal. Y aun concediendo a dichas
palabras su literalidad, no estaríamos incursos en ningún despropósito ya que
el santoral de la Santa Iglesia Católica, está repleto de varones y mujeres que
levantándose en armas, defendieron las verdades eternas. Las armas del católico, también son la
oración, el sacrificio y la mortificación, acompañados de la asistencia
frecuente a los sacramentos, causa y motivación, como decimos, del
acrecentamiento en los altares del elenco de santos que entendieron
perfectamente este “levantamiento en armas”.