La revolución marxista en América
En América hacia la década del ’50 y ante el desencanto por el fracaso de los populismos y también ante el fracaso de los partidos comunistas, se inicia la revolución en América de la mano de Ernesto Guevara de la Serna, el Che Guevara, en Cuba.
Si bien hay algunos datos nacionales que en cada país favorecieron a las guerrillas, el terrorismo revolucionario comunista tenía su autonomía operativa. Dependiente directamente de Cuba e indirectamente de la Unión Soviética, no por ello era mal visto en diversas esferas de poder de Occidente, tal por caso, la socialdemocracia europea o el liberalismo norteamericano, e incluso el PRI mexicano le brindaba su territorio como santuario libre de extradiciones; todo lo cual le otorgaba una gran capacidad bélica. Y, como en el resto de América Latina, pronto también en la Argentina hizo su sangrienta presentación.
El Che Guevara, profeta del odio
El guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara (1928-1967, guerrillero, político, escritor y médico argentino) ha experimentado un paulatino y creciente proceso de mitificación.
No es casual que la página de internet con contenidos relativos al Che más visitada es la página en inglés “Che Guevara Store” (www.thechestore.com). Además de vender remeras, llaveros, tazas, llaveros, mochilas, posters, cd, muñequitos, afiches, banderas y gorras con la consabida imagen del Che, y brindar datos biográficos y escritos del Che, ahora por ejemplo la propaganda une la figura del mítico revolucionario con la Copa Mundial de Brasil 2014!!
Hace un tiempo, promocionaban la página con un banderín que ahora no aparece que decía: “¡All for revolutionary needs!”. (¡Todo para tus necesidades revolucionarias!). Así es, hoy los revolucionarios tienen “necesidades” ligadas al “merchandising”.
Es difícil separar los hechos del mito. Lejos de ser el  gran hombre que a los jóvenes se les quiere presentar, el Che Guevara fue esencialmente un Profeta del Odio.
No lo digo yo, lo dice el propio Ernesto Guevara de la Serna, el Che cuando dice: "El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal". (Fuente: Mensaje a la "Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América latina" - Abril de 1967).
El odio era para el Che el motor de la revolución, por eso había que generar y alimentar el odio.
La otra clave de la revolución es la destrucción del Orden Natural, destruir lo natural para crear el Hombre Nuevo revolucionario. Por eso el Che escribe: “Resumiendo, la culpabilidad de muchos de nuestros intelectuales y artistas reside en su pecado original; no son auténticamente revolucionarios. Podemos intentar injertar el olmo para que dé peras, pero simultáneamente hay que sembrar perales. Las nuevas generaciones vendrán libres del pecado original” (GUEVARA, Ernesto. El socialismo y el hombre nuevo. México, Siglo XXI Editores. 1977, p. 14). ¿Cuál es el pecado original que les achaca a los intelectuales? No ser auténticamente revolucionarios. Lo que él quiere son “olmos que den peras”, o sea romper todo lo que sea natural, romper el Orden Natural.
Che Guevara – Desmitificación, es un interesante documental donde hablan muchos testigos y compañeros de armas del Che Guevara


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